'ROGUE ONE'. Retorno a la épica del cine de aventuras, o del suicidio considerado como una de las bellas artes




OPINIÓN

'Rogue One' (Gareth Edwards. Estados Unidos, 2016. 133 minutos)

Más de un lector de este artículo de opinión/crítica cinematográfica, pensará que exagero al modificar ligeramente el título del clásico de la literatura universal de Thomas De Quincey, para referirme a la última película en cartelera de la saga Star Wars. Alguno se ofenderá incluso, por la multitud de connotaciones negativas que la palabra “suicidio” tiene dentro de nuestra sociedad y cultura occidentales. A mi favor diré que, al igual que hiciera De Quincey con su obra en el siglo diecinueve, sólo estoy utilizando la ironía para hacer un juego de palabras al que no hay que darle mayor importancia. Remarcando, eso sí, que la misión suicida en la que se embarcan los protagonistas de Rogue One, durante los veinte minutos finales de la película, están al mismo nivel de épica que grandes clásicos del cine de aventuras, como “Doce del patíbulo”, “Los siete magníficos” o “Los siete samuráis”. Su visionado deja un poso amargo. Muy emocionante, todo hay que decirlo. Ya que cada vez que cae en batalla uno de esos “diez hombres que parecen cien”, se te va rompiendo un poco más una parte del alma. Primero de tristeza, puesto que a esas altura de la película ya le has cogido cariño a los personajes y has empatizado con ellos y sus causas (y lo pongo en plural, porque cada uno de ellos tiene un motivo distinto por el que estar allí). Y después de alegría, porque sientes que la pérdida no es vana y al menos ayuda a la revolución. Ya se sabe, la muerte del héroe y su capacidad de sacrificio por los demás.

Todo eso y más, está presente en "Rogue One".

Cuando salí del cine pensé: Esta vez sí. Lo han conseguido. Para mí, éste “spin off” de la saga galáctica más famosa de todos los tiempos, está al mismo nivel de las dos primeras de la trilogía original, quedando incluso por encima de "El retorno del Jedi" en mi ranking personal.

Aún recuerdo cuando mi padre nos llevó a ver "La guerra de las galaxias", a mis dos hermanos y a mí, una víspera de Navidad del año 1977. Tenía entonces once años y jamás había visto en mi vida una cola tan grande para entrar a un cine. Además, el nivel de hype (concepto que no se inventaría hasta más de treinta y cinco años después) era muy alto, pues como buenos frikis de la época (concepto que sí existía, pero que no tenía las dimensiones ni el significado actuales), habíamos rellenado el álbum de cromos de la película, y nos la sabíamos de memoria fotograma a fotograma. Los comentarios que traían debajo cada una de las estampas ayudaban.

Tres años después, se estrenó "El imperio contraataca" y cumplió todas nuestras expectativas. Era más oscura, más madura, más cruda, sin haber perdido el sentido de la aventura. Yo ya tenía catorce años y lo agradecí, pues viéndola me volví a sentir como un niño, sin olvidarme de que era ya un adolescente.

Mi primera gran decepción con la saga vino de la mano de "El retorno del Jedi". Sí, Luke era más mayor, vestía entero de negro, y molaba mucho esa mano mecánica que le habían puesto. Pero, por otro lado, metieron por medio a los Ewoks y qué queréis que os diga: Unos ositos armados con palos y flechas de madera contra los Stormtroopers, y encima les ganan. Como que no. No me lo trago.

Ninguna de la trilogía posterior (que es anterior, puesto que son una precuela) tampoco me convenció. Y al episodio VII, la de J.J. Abrams, le pasa como a "El retorno del Jedi". Me gustó, pero no me flipó. 

Y es en este momento, cuando llegamos a "Rogue One". Una película de la que no esperaba demasiado, pero que podía tener algo, ya que Gareth Edwards es un director que me gusta bastante.

Mi consejo: Id a ver "Rogue One" al cine. En pantalla grande. Es una experiencia cinematográfica completa. Te retrotrae a tu infancia, y te llega a emocionar tanto, que yo salí avergonzado del cine. Pues se me habían saltado las lágrimas, y tenía los ojos enrojecidos de llorar. 

Declaración de intenciones: Pienso volver a verla de nuevo una vez más, antes de que la saquen de cartelera. Viajar en el tiempo, y volver a ser un niño, no es algo que se viva todos los días.

SALVADOR GUERRA

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7 Comentarios

  1. Buen análisis y ayuda para vivir mejor la película. Las décadas te darán la razón. Rogue one posee lo mejor del universo Stars Wars. Gracias.

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  2. Una crítica a través de las emociones, y esas nunca fallan. Muy bien expresada tu opinión. Con esos ojos iré a verla. Gracias.

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  3. Creo que para los que crecimos, nos volvimos adultos y envejecemos con la saga es la mejor motivacion para ir a verla. Gracias

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  4. Muchas gracias, chicos. Que la fuerza os acompañe!!!!

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  5. Emotivo artículo que me empuja al cine a verla, no hay otra opción. Gracias.

    De Paz

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  6. Seguro que la disfrutarás. Sacha, un amigo, como gran frikifan que es (tiene hasta su traje de las tropas de asalto), ha ido esta semana a verla por tercera vez. Me ha dicho que ésta última ha sido en honor a Leía, que en paz descanse.

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  7. Bueno, acabo de llegar a casa de cumplir mi promesa de volver a ver en pantalla grande Rogue One, y sólo puedo decir que con un segundo visionado la peli no es que no pierda nada, sino que gana enteros, ya que estás más relajado porque ya sabes lo que pasa y te fijas más en todos los detalles técnicos, artísticos y narrativos. Por mi parte ya sé cual es mi película favorita de este año pasado 2016.

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